El alma de Fatua.
Un dulzor oscuro entre una bruma vegetal.
Un aroma que envuelve como una luz errante suspendida en la oscuridad, dejando una estela suave, dulce y casi hipnótica.
Contiene sodalita, piedra que evoca la conexión con la intuición y lo etéreo.
Notas principales: Bosque nocturno y zarzamora
Recipiente de vidrio · Cera de soya · 200g